Málaga 11 Octubre
2012 10:22h TONALIDAD: PANTUFLA
(Escuchando
música de Vivaldi.)
DRUMA,
LA PANTUFLA Y EL PARTENIER
El partenier de druma iba a
comenzar con su baile vocal, su gran obra, su gran aportación risueña
al jolgorio del mundo que había que acallar.
La Revolución iba a comenzar, la
revolución del humor, la antitesis quería silenciar ese sonido celestial
que se escuchaba en el “Pío, pío, que me río” del pájaro, de los
pájaros en su imaginación.
Era un método rústico pero
válido, trivial, especial para ellos dos. El juego en su libreta,
en sus bocas, en el aire, la tinta, los cuadros del papel retumbaba como un timbal
en sus sentidos: “Quiero, quiero, quiero ser feliz”.
Una persiana calló, todo se
apagó, la solemnidad que provocó un silencio arbitrario dejo exhausto
a los dos. No había luz, no había sonido, no había nada y en cambio todo
estaba a su disposición. Todo.
El cántico grave dejó
salir un mí, un mi excepcional de dolor y coraje por vivir.
Druma y su partenier se colocaron la pantufla
y solos con una, soñaron los dos, los res, los mis… y volvieron al do…. FIN.